Champaca Luxe

lunes, 15 de febrero de 2010 6 comentarios

¿A qué olerá el lujo? La verdad que me encantaría probar a que oler como olería el Birkin exclusivo que le regalaban a Rory en Las Chicas Gilmore, o como olerán cada una de las creaciones de Galliano, pero supongo que nunca podré olerlas.

La primera vez que me animé a pedir muestras a Barfumeria estuve unos días mirando todos los perfumes que había en la web. Me llamó la atención un perfume de Comme des Garçons. Champaca. ¿A qué puede oler un perfume que cuesta 170€ el frasco de 50ml?

Ahora ya me he encontrado con otros perfumes que rondan o sobrepasan este precio pero por aquel entonces me quede alucinada. No podía imaginar que olor tan característico o puro podía ser tan caro. Estaba casi segura que el precio sería más por el nombre que por el perfume en sí, pero los demás perfumes de Comme des Garçons no tenían ese precio por lo que algo especial tenía que tener.

Las notas de Champaca son: Pimienta blanca, raíz de angélica, cardamomo, flor de champaca, nardo, almizcle e iris.

Buena pinta.

Y llegó la muestra. Fui directa a olerla, y me gustó, mucho. Un olor suave, diferente, nunca había olido algo parecido. Lo floral es suave con un toque de la pimienta y el cardamomo. El almizcle lo suaviza y el iris le da un toque. El nardo está muy muy suavizado, nada que ver con perfumes como Fracas de Robert Piguet o Carnal Flower de Frederic Malle. La raíz de angélica no sé como huele por lo que no sé si lo percibo o no.

Todavía me acuerdo del primer día que me puse la muestra. Un sábado para ir a cenar con las amigas. Iba en el bus y el centro estaba cerrado, no pude llegar a mi parada y tuve que ir andando, pero me daba igual, porque disfrutaba con Champaca.

Una alarma se encendió en mi cabeza. ¿Y si me gusta de verdad? ¿Y si me encapricho y lo necesito tener? Puff, vaya gasto. Porque si algo malo (o bueno) tengo es que normalmente sé qué es lo que quiero, y aunque me cueste (dinero) al final termino comprándolo. Sobre todo si es algo que vaya a disfrutar tanto como un perfume.

Para empezar, pedí otra muestra en la segunda tanda de muestras que pedí a Barfumeria. Me la puse un par de veces más. Y de repente, como por arte de magia, ya no me gustaba tanto. No sé si mi subconsciente empezó a trabajar y mandó señales de socorro a mi cerebro pero lo cierto es que me aburrí del olor.

Sigo reconociendo que es un perfume muy bueno, y puede que valga lo que cuesta, pero por suerte no es un olor para mí. Por ahora bastante tengo con mi Therese, que tampoco es que sea de las baratas.


¡Besos!



P.D.: Y si queréis más...

...de cuando escribí sobre los Inciensos de Comme des Garçons.
...de cuando la canción de American Pie me recordó a un perfume.
...de cuando os hablé de Daphne Guiness.

6 comentarios:

  • MyBigBlind dijo...

    Es verdad que hay veces que idealizas algo, y después cuando lo vuelves a ver/probar, te desencanta... Como cuando ves un vestido precioso, con un precio que supera de largo las excusas de lo necesito... Y mientras te lo pruebas piensas, quizá no me sienta bien y todo arreglado :)

    mua guapa!

  • Eva Leroca dijo...

    Cientosetenta???? ¡¡Qué barbaridad!!

    Quizás sea 'de lujo' sólo porque el precio dice que lo es. No siempre lo caro es lujoso, que hay horteras en todas partes ;P

    b7s, Eva

  • Unknown dijo...

    Reina!!! Sí el hotel era el Astoria7. Una pasada! Me encantó! Sin duda volveré!

    Por cierto, yo también me acordé de ti, pero también pensé que era un poco imposible! jajajajaj!

    Mil besosssssssss

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