Dentro de Arts... The Vanity

Más de una vez os he contado que el blog me está dando experiencias que nunca pensé que viviría. Algunas grandes, casi inalcanzables. Otras en cambio, más pequeñas, detalles que parecen insignificantes pero te hacen sentir como una princesa.

El martes pasado paré un taxi en el Paseo de Gracia y le dije "al Hotel Arts por favor". Sinceramente, es una frase que nunca pensé que diría.

Pero es que ahora, los ciudadanos de a pie, tenemos una escusa para acercarnos a este maravilloso hotel (aquí), y aunque sea por un día, entrar como toda una VIP por su puerta principal y subir en el ascensor hasta la primera planta.

La escusa no es otra que el cambio de ubicación de la perfumería The Vanity que ahora se encuentra en el interior del hotel junto con otros de los más selectos comercios de la ciudad condal.

Pero el momento princesa no quedó solo en la entrada, ya en la perfumería Maria hizo que me sintiera del mismo modo.

Con el trato tan personalizado que le permite estar dentro de un hotel, me enseñó uno a uno los perfumes que tienen. Algunos, como a mí, se os harán conocidos, pero otros son unos verdaderos descubrimientos, aunque solo sea por mirarlos.

Les Parfums de Rosine, Puredistance, Atelier Flou, Masakï Matsushïma, Mark Birley, Acqua di Stresa...

Pude probar las últimas creaciones de Rosine, sus velas, la curiosa fragancia que Masakï Matsushïma le ha dedicado al chocolate, recordar una vez más los Puredistance...

Pero lo realmente espectacular fue admirar en primera persona algunos de los frascos más lujosos del mercado.

Frascos llenos de cristales de Swarovski que convierten los perfumes de Ramon Molvizar en joyas de coleccionista, fragancias de Cuarzo Signature que conllevan en su interior pequeños zafiros, rubíes y esmeraldas... detalles que los hacen únicos y dignos de admiración.

Ramon Molvizar es un perfumista que lleva años creando las fragancias que se le antojan, sin importarle lo que luego la gente dirá sobre ellas y dos de sus creaciones fueron los que más me sorprendieron olfativamente: 4 Elements y 5 Elements.

Inspiradas en los cuatro elementos (tierra, agua, fuero y aire) y con unas pirámides olfativas en las que no falta casi de nada (en el fondo de 4 Elements podemos encontrar  patchouli, cedro, sándalo, almizcle, vetiver, miel, oud, vainilla y ámbar), las creaciones adquieren una originalidad poco común.

Con un trato exquisito, María fue contándome las historias de los perfumes y de las nuevas marcas que van a incorporar pronto.

Mencionar también su trabajada página web (aquí), dónde se pueden encontrar todas las pirámides olfativas de los perfumes, para poder hacerse una idea de a qué pueden oler las fragancias. Aunque lo mejor, hacer lo mismo que hice yo, acercarse al Hotel Arts y disfrutar de la experiencia completa.



Besos!!