Parfums DelRae y otras historias

Estoy de vuelta.

Con la cara totalmente lavada como podéis comprobar e ilusiones renovadas. Y no podía empezar de otra manera la temporada sin contaros un poco cómo me ha ido el verano, mi aventura americana sobretodo.

Volví encantada del otro lado del charco, como si hubiera pasado un mes dentro de alguna película que me encanta. Muy rollo "Sweet Home Alabama", me pasaba los atardeceres en el porche al son de los Creedance Clearwater Revival. Hasta hubo un día que me desperté a las cinco de la mañana para desayunar huevos revueltos con bacon en una cafetería de carretera con una cuadrilla de granjeros.

En cuanto a los perfumes… poca cosa la verdad. De nada me sirvió pasarme horas eligiendo los perfumes Demeter que quería probar, porque no los encontré por ningún lado. Mareé a los de casa buscando perfumerías que se supone que tenían que tenerlas pero nada, ni rastro de "Maia’s perfumes".

Al menos me quité la espinita en el Barney’s New York de Chicago. Por cierto, Chicago, qué ciudad. Me enamoró en cuanto puse un pie en ella. Sus calles llenas de flores, limpias, rascacielos interminables, estaciones de metro de película (de "Mientras Dormías" más exactamente), el lago, el Bean, el Navy Pier, el Art Institute… y buena música en todas partes. Hasta en el más cutre de los bares.

Y en cuanto a perfumes, bastante bien. No descubrí nada nuevo (o al menos nada nuevo que se fijará en mi mente) pero sí olí fragancias que hacía mucho que quería oler. Sobre todo las de la casa Parfums DelRae, de las que os he solido hablar más de una vez y me considero una auténtica enamorada (aquí, aquí y aquí).

Ubicada en EEUU, sus últimas tres fragancias no habían llegado aún a Europa (cosa que si no me equivoco va a cambiar pronto) y no podía perder la oportunidad de probarlas por fin: Coup de Foudre, Mythique y Panache. Había leído sus composiciones varias veces imaginando a qué olerían, pensando cual me gustaría más… Pero cualquier idea preconcebida en mi cabeza no sirvió para nada. Estaba segura que mi favorita sería Mythique, pachuli y sándalo con toques cítricos y verdes. Pero si os digo la verdad apenas lo recuerdo. Igual que apenas recuerdo tampoco Panache. Porque Coup de Foudre los eclipsó a los dos.

Coup de Foudre, la más femenina de las tres, la más delicada, me cautivó al primer olfateo. Consiguió conmigo justo lo que su nombre indica, un amor a primera vista. Yo que siempre me considero algo andrógina en esto de los olores, fue la más facilona la que me ganó. Cítricos y rosas, una formula que en este flechazo se nos muestra de una manera nueva. Más elegante aún si cabe, más ligera, más sutil, más naif... Me pareció una rosa difuminada, joven, original… puede que menos rosa y puede que justo por eso me gustó tanto, porque las rosas muy rosas siempre se me atragantan un poco.

De Mythique y Panache prefiero no opinar, no les presté la suficiente atención como para que lo que pueda decir sobre ellos esté mínimamente justificado. A ver si se cruzan pronto en mi camino otra vez para poder hacerles un juicio justo. Puede que ese día sean ellos los que me enamoren, porque a quién quiero engañar, puede que Coup de Foudre no haya sido más que un amor de verano.

Pero lo que tengo claro es que Parfums DelRae es una de esas casas con las que podría perfumarme exclusivamente. Y aunque parezca una tontería, no hay tantas marcas que tengan una colección tan completa y equilibrada.  

Besos!