Qué hay de nuevo

Por dónde empezar cuando se lleva tanto tiempo posponiendo el inicio. Creo que últimamente me daba miedo hasta que se me hubiera olvidado escribir. Puede que simplemente hubiera perdido la inercia y entonces la fuerza inicial tiene que ser aún mayor. Y supongo que he estado demasiado liada para dejar todo de lado y coger carrerilla. Una no sabe cuanto lo echaba de menos hasta que vuelve a ponerse a ello.

Después de tanto tiempo suele costar bastante desoxidar el engranaje, por lo que me permitiréis que vaya a lo fácil, que no por eso deja de ser útil. Y es que... ¿quién no está buscando perfume para estos días de calor que llegan? Junio suele ser época de descubrimientos olfativos.

El otro día contaba nuestra querida Ratita Presumida en su blog que había encontrado ese olor que la enamoraba: Dilmun de Lorenzo Villoresi. Mi Dilmun ahora es suyo y me alegro mucho por ella, por tener esa luz del que os hablaba en el post anterior. Es como saber que el que fue mi fiel compañero de batallas, ahora está con ella haciéndole pasar buenos momentos.

Yo por mi parte sigo con los mismos de siempre. Bueno, al menos con los mismos del año pasado. Poco me ha tentado de lo nuevo. Quizá ese Geranium Odorata que ha sacado Diptyque junto con Eau de Lavande, Diptyque siempre es una buena opción en cuanto a aguas veraniegas y el geranio está ganando enteros como una de las notas más originales e interesantes. Este geranio, lejos del mentolado de Malle, es más chispeante. Puede que me haya gustado tanto porque me huele casi igual que la hidratante de Aesop, olor que adoro. Y si dejamos de lado esta referencia, es un olor moderadamente original y nuevo, una agua fresca con carácter al más puro estilo L'Eau de Diptyque. Y yo les tengo mucho cariño a las aguas frescas que se atreven a romper la normas.

La Lavanda también está bien, es algo más especiada y oscura que de costumbre, casi diría que hasta más otoñal, pero eso ya es un gusto muy personal. Más british que provezal. Más de traje de tweed que vestido blanco entre flores silvestres. Pero lo dicho, percepciones personales.

Por lo demás, pocas sorpresas. O al menos que hayan llegado hasta a mí.

Acqua di Parma continúa con su Blue Mediterraneo con Ginepro di Sardegna (enebro, nuez moscada, cedro, bergamota...); Agonist idea un sol de medianoche con Solaris (cítricos, notas acuáticas y especias) Arquiste refresca aún más su L'Etrog en L'Etrog Acqua (limón, cidro, bergamota, mirto...); Atelier Cologne versiona el cidro en Cedrat Enivrant (cidro, lima, bayas de enebro...); Etat Libre d'Orange se lanza con una Cologne de la casa (naranja sanguina, bergamota, almizcle, azahar...); Etro ha puesto olor al verano de mi madre con Jacquard (iris, almizcle, bergamota, ylang ylang...); Parfum d'Empire se vuelve verde en Corsica Furiosa (hoja de tomate, hierba, menta...)...

Y bueno, Frederic Malle ha ampliado su colección con Eau de Magnolia, pero eso ya se merece un post aparte.

Aunque lo bueno de los perfumes veraniegos es que siempre puedes acercarte a viejos conocidos. Como a los amores estivales, sólo se les exige frescura, no que duren para siempre. Seguramente en septiembre, pesarán más los recuerdos relacionados con él que el aroma en sí.

Buen verano.


Besos!