101 perfumes que hay que oler antes de morir III

lunes, 27 de octubre de 2014 6 comentarios

Recopilamos la Introducción (aquí) y las partes anteriores: aquí y aquí.



14.- Route du Thé de Barney's New York: Puede que para muchos este aroma no tenga nada, pero para mí su simplicidad es perfecta. Su mezcla de cítricos y muguet, limpia y brillante, me parece el souvenir perfecto para traer desde la gran manzana o desde cualquiera de las otras ciudades donde tiene sede la mítica tienda newyorkina. De hecho, no sé por qué no me hice con un frasco en Chicago. ¿Por qué olerlo? Porque para muchos será el perfume perfecto para diario.


15.- Esprit du Tigre de Heeley: Pocos aromas tan verdes me parecen tan agradables. Todavía me acuerdo de cuando lo olí por primera vez, ese factor WoW que suele ser medio mágico. La verde menta viene especiada con clavo, cardamomo y pimienta negra, así lo refrescante se vuelve inusualmente cálido. ¿Por qué olerlo? Porque es un perfume verde diferente, lleno de contrastes.


16.- L'Ombre dans L'Eau de Diptyque: Éste es otro olor muy especial al que le tengo mucho cariño. No en vano, fue mi rosa durante un tiempo (aquí), pero rosa muy verde al fin y al cabo, rodeada de cassis y hoja de grosellero negro. El otro día, en un curso perfumístico medio familiar, se lo di a oler a mi tío, uno de los tantos que tengo. Él, con una sonrisa en la cara me contó que la fragancia le olía a un viñedo que visitó en Francia en verano. Me dijo, que entre las plantas de la vid ponen rosales para que las plagas les afecten primero a éstos y así poder actuar para salvar la uva. De aquel olor medio verde medio floral se acordaba cuando le enseñé L'Ombre dans L'Eau, y a mí me pareció una de las descripciones más bonitas que se podía hacer de este aroma. ¿Por qué olerlo? Porque este aroma creado por Serge Kalouguine en 1983, tiene una de las evoluciones más maravillosas del panorama perfumístico.


17.- Geranium pour Monsieur de Editions de Parfums Frederic Malle: Seguro que hay alguien en la sala riéndose porque ya sabe la poca simpatía que le tengo al Geranio de Malle, o mejor dicho de Dominique Ropion, ese hombre que lo mismo te hace una flor carnal, que te retrata una dama (aquí) o que te cuenta secretos parisinos (aquí). No será la primera vez que leáis su nombre en esta lista, al igual que con Malle, cuesta no repetirla una y otra vez. Pero lo cierto es que no es culpa de Ropion que a mí el olor a menta me revuelva un poco las tripas. En cambio, sí lo es el de mi hermana elegir como perfume fetiche el único que yo no tolero (aquí). Pero es que a mí hermana le va lo raro, y ése era el argumento que utilizaba para justificar su amor hacia este geranio, que no se parecía en nada a ningún otro perfume que había olido en su vida. Y ahí le tengo que dar la razón. Ropion ideó esta fragancia para crear un perfume masculino fresco diferente, decía que todos los perfumes masculinos basaban su ligereza en los cítricos y él quería construir un frescor nuevo. Así, se alió con la menta y el geranio para esa salida impactante que luego se dulcifica con el anís, el almizcle, el sándalo y un toque de canela y clavo. ¿Por qué olerlo? Porque hay que oler todo lo que haga Ropion, pero sobre todo cuando se luce en originalidad como en este caso. Y lo digo yo, que no me gusta este perfume.


18.- Sacre du Printemps de Ys Uzac: Puede que ésta sea una de las fragancias que más os cueste encontrar, ya que es una edición limitada e Ys Uzac no es una marca que se prodigue mucho. Yo tuve la suerte de olerla en la feria Esxence de Milán este marzo, y quedé prendada de su originalidad. Hasta entonces, todos los perfumes verdes que había probado eran frescos, húmedos, hasta el de Heeley que puede que fuera el más cálido de todos. Pero éste aroma creado por Vincent Micotti que se presentaba como novedad en la feria, tiene una intensidad capaz de dejar con la boca abierta a cualquiera. Al mí al menos me dejó sin habla y lo único que conseguí articular fue un "Congratulations, I've never smelt something like that before" al propio Micotti (persona encantadora, por cierto). Grosella negra, madera de gaiac, angélica, vetiver y gálbano, confeccionan un carácter entre verde, madera y balsámico totalmente inolvidable. ¿Por qué olerlo? Porque simplemente os sentiréis afortunados de ser uno de los poco elegidos en disfrutar de un perfume así.


19.- Oxford & Cambridge de Czech & Speake: Pocos nombres habrá más english, igual que pocos aromas habrá que evoquen el estilo inglés como la lavanda. En Czech & Speake sabían eso y eligieron a conciencia el nombre para el perfecto perfume de lavanda. Una nota, que no es tan fácil como parece hacer que luzca natural y aquí lo hace, acompañada de la menta, el romero y el musgo de roble. Esta combinación consigue convertirse en un soplo de aire de la campiña inglesa, verde y aromática. ¿Por qué olerlo? Porque Czech & Speake es una marca al que no se le presta la atención que se merece y Oxford & Cambridge es su olvidado buque insignia.



Seguiremos informando...


¡Besos!

6 comentarios:

  • Andie dijo...

    Me has dado unas ganas locas de probar Esprit du tigre. Preciosa la descripción que hizo tu tío y la historia de los viñedos y las rosas, no lo sabía.

  • Ramón García dijo...

    Y hablando de viñedos, vinos y perfumes, ya hay una bodega española que ha editado su propio perfume - http://www.trendenciasshopping.com/cuidado-personal/vinas-del-vero-lanza-su-perfume-gewurztraminer

  • Anónimo dijo...

    cuando encontraré un perfume que huela como la crema Coppertone que uno se pone antes de entrar a la playa? Es que me encanta el olor!

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